jueves, 12 de enero de 2012

Miel



Gracias a ti, ahora mis letras no están tan grises, destilan miel, canela y dulzor. Las palabras se fundan de romanticismo, sonrisas tontas y mordiscos indecentes. Ahora mis cuentos (quizá no todos) terminan con un final feliz.

2 comentarios:

  1. Que horrible cuando una quiere ser mala y solo salen cosas dulces porque ALGUIEN tiene la culpa que una se transforme en un marshmellow ¬¬

    Como siempre, +1 nena :3

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  2. Inevitablemente nos volvemos vulnerables al darle poder a esa persona, y somos moldeables según lo vemos, nos habla, nos besa o no. Nuestro ánimo pende de tantos hilos que es difícil saber cómo no pierde el equilibrio.

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Si le gustó, me encantaría saberlo ^_^