domingo, 26 de diciembre de 2010

Leonora


La encontré. En medio de tantas historias entrecruzadas que ha veces se toman mis pensamientos al aire, apareció Leonora entre ellos... tan definida como si la conociera desde siempre :´D
De cabellos negros envueltos en una pañoleta naranja, con una extraña chaquetilla entrecruzada sobre su cuerpo, muy amplia la cual no deja ver nada.Unos pantalones andrajoso, donde esconde en cada muslo una finas dagas afiladas. Dueña de unos ojos de color verde... más inyectados del rictus de la venganza que te dejan helado de la impresión. Rasgos feroces cada vez que mira la mar, porque en ellas no busca tesoros, aventuras solo busca poder cobrar venganza con sus manos.
El barco en el cual ella cruza los mares se llama "Vengeance"
Altiva, orgullosa y sin escrúpulos. Aunque en sus venas corra sangre azul detesta la nobleza en todas sus formas. Proscrita con un pasado que desea olvidar, solo tiene en mente matar al tipo que le arrebató todo, más aún así la dejó con vida.
—No eres una amenaza— le susurró al largarse, dejándola como un guiñapo, junto a los cadáveres de sus padres, mientras en el interior todo se quemaba. Su fiel sirviente, Fernando fue quien la tomo a la rastra y la salvó de una muerte segura. Aun continúa a su lado, única muestra de que la lealtad puede existir en ese duro ambiente de espadas, cañonazos y pistolas.

Tarán! viñeta de una personaje de historia que aun no hago xD.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Relato sobre una mosca











Si tú humano, me preguntaras como me siento sobre mis 24 horas de vida te diría lo siguiente. La verdad, es que no pienso mucho sobre eso. Solo viviré un día ¿para que amargarme? Si piensas entre la diferencia entre un milenio y una hora, no es tan significativa como tú lo crees.

Todos moriremos algún día. Y cuando eso pase, la Tierra no se detendrá ni se terminará la existencia… bueno solo la tuya.

Así que en vez de amargarme como tú, que te quejas de un par de meses de vida, déjame tranquilo vivir mi único día en esta Tierra.

El cual viviré al máximo.

viernes, 17 de septiembre de 2010

Amistad

Angélica vio a la victima alejarse entre las personas, tonta, sola e indefensa. Se sonrió instintivamente, mientras sus manos se empuñaban en los costados.

—Esta me las pagará.

La chica siguió caminando sin percatarse de que la seguían. Entonces cuando dobló la esquina la joven vislumbró su oportunidad.

—¡Espera!— gritó suavemente. La aludida solo se dio vuelta, para mirarla por encima del hombro.

—¿Eres la amiga de Katte?

—Pues si— se aproximó para tomarla y arrinconarla con fiereza en contra de la muralla.

—¡Pero que…!— intentó zafarse, más el agarre de Angélica era demasiado efectivo.

—Escúchame bien, ya que no lo repetiré de nuevo— siseó por lo bajo— yo nuevamente escucho a Katte sintiéndose mal por tu culpa, te lo juro… y perjuro que romperé esta cara de la cual tanto presumes.

La otra chica se tornó del color de la tiza.

—La cual no es tan bonita como crees— sonrió de lado.

—Estas loca— exclamó la otra chica al borde del llanto.

—Y tú— dijo con dejo de desprecio— eres simplemente patética. Sintiéndote mejor cuando sabes que le tienes envidia a Katte… ¿O me equivoco?

La otra joven solo se mordió los labios.

—Como lo imaginé.

Angélica soltó a su presa del agarre. Esta salió corriendo por su vida.

Trascurrieron un par días. Angélica como siempre esperaba a que Katte la fuese a buscar a su sala.

—¡Ange!— era la voz de Katte.

—Dime— comentó la otra.

—¡Hoy pasó algo increíble!— comentó con sus mejillas rojas— Luisa se disculpó conmigo.

—¿En serio?— dijo con un dejo de sarcasmo.

—¡De veras lo hizo! Dijo que era solo por envidia… y otras cosas que olvidé— posó su mirada miel en los ojos de la otra. —Dime que tú no tuviste nada que ver en esto.

—Cree lo que quieras Katte.

Más antes de que la chica pudiese reclamarle, Angélica dijo como si nada.

—Bueno me alegra que me hiciera caso o sino le hubiese tirado los dientes.

—Ange no tienes que ser así.

—Tengo que serlo… sobre todo si mi mejor amiga se siente mal cuando una estupida como esa la trata mal.

—Repito no tenias… pero gracias de todas maneras— dijo y le sonrió.

—Nada de cosas cursis cerca de mi metro cuadrado por favor— contestó secamente Angélica.

Más Katte sabe de memoria, que ese es un “de nada” oculto entre sarcasmo.

Fin

jueves, 16 de septiembre de 2010

Miedo

Nota preliminar: Hola a todos! he tenido unos cuantos problemas para escribir como desearía. Así que para retomar el ritmo de mi historia larga, decidí hacer esta viñeta ;D.

Miedo:

Podía ir por la vida aplastando cucarachas y otras alimañas. Pero cuando se trataba de ratas a Angélica le tiritaba todo el cuerpo, se paralizaba y salía corriendo, gritando cual poseída.

Por eso cuando en la sala apareció el espanto ese, todo el mundo se volteó a mirar a la chica ruda, palidecer de miedo ante un pequeño ratón.

—Mírenla llena de miedo— se burló un tipo, ella no supo quien. Después se sintió el ruido seco de un golpe.

—No la molestes idiota.

Antonio la estaba defendiendo, y eso la molestó. A pesar de todo lo pasado aún se creía con derecho a defenderla. Y ella tenía demasiado orgullo en el cuerpo como para permitirle el privilegio de defenderla.

—¡No tengo miedo!— gritó, agarrando un cuchillo cartonero, dispuesta a sacarle las tripas con eso.

Más cuando lo tuvo en frente, el animal no salió huyendo. Se paró en dos patas mirándola con sus ojos aceituna. Y ella sin saber porque se reclinó en sus rodillas para mirarlo de cerca.

No era que hubiese superado su fobia de la nada. Era solo que aunque tuviese una careta de malvada todo el tiempo, era incapaz de hacer daño… a cualquiera.

—¡Bu!— exclamó y el ratón salió huyendo.

—No hay necesidad de herir a nadie sin razón— dijo sin darse cuenta, en voz baja. A pesar de ello, Antonio pudo escucharla, y sus ojos azules se clavaron en el piso por un largo rato.

Fin

lunes, 13 de septiembre de 2010

Adicción

Se declaró adicta, cuando se descubrió oculta entre las sombras de la bodega, escribiéndole versos al olvido.

lunes, 16 de agosto de 2010

Amargo

Ella se sentó en su puesto como todos los días. Se tiró sobre la mesa con gesto de aburrimiento en el rostro. Es el momento en el cual ellos entran, su gesto cambia estira los brazos poniendo su música a todo volumen.
¡Que lindos se ven! es el comentario más escuchado por todos.
Que patético, es la frase más usada por ella para encubrir su dolor.
Traga saliva con paciencia, para saber si su sentimiento es capaz de irse con este gesto.
Ella entonces descubrió que la envidia sabe a amargo.
Tiene una extraña textura rugosa, por lo cual puedes sentirla con toda la garganta... y te deja con sabor a humo en la boca... idéntico al espantoso humo de un cigarro cualquiera.
Quizá por eso hay tantos adictos por este mundo.

domingo, 15 de agosto de 2010

Dulce


















Te quería regalar dulces palabras. Algo así como un caramelo delicioso, que se deslice por tu garganta de manera lenta y torturante.
O quizá palabras que sean idénticas a ese chocolate que se derrite entre los dedos. Que uno mira con enfado al ver esos ínfimos pedazos atrapados en la piel de tus dedos, el cual a pesar de los intentos no se puede tragar.
Tal vez que fuesen como un enorme pastel. De esos que se comen a escondidas, repletos de culpa, placer y lujuria, atragantandote rápido para que nadie te encuentre cometiendo ese pecado a los kilos de más.
¿Pero sabes? no encontré algo más dulce que los besos regalados por tu boca.

martes, 27 de julio de 2010

Porcelana











La niña miró con profundo desagrado, los zapatos de charol que asfixiaban sus pies. Pasó las manos por la tela suave del vestido rosa, la enagua del mismo la hacia sentirse incomoda.

—Mamá… ¿Por qué tengo que vestirme así?

—Eres una niña hermosa— comentó distraídamente mientras buscaba un sombrero que combinase con todo el conjunto— delicada, de piel blanca. Igual a la muñeca de porcelana que te dio tu abuela.

—Me aterra esa muñeca.

—No digas tonterías. Ahora sonríe, pórtate bien, no te ensucies ni hables. Las niñas buenas hacen eso.

Las niñas buenas era la frase favorita de su madre. Bueno, la niña pensaba eso porque lo repetía incesantemente, como el zumbido de una mosca que no se puede aplastar.

Ella miró a los niños jugar, empujarse y gritar. Que envidia... tan libres como los pájaros.

En cambio, ella estaba condenada a sonreír, caminar derecha y no hablar.

A ser sencillamente idéntica a la muñeca sin vida que reposaba sobre su cama todos los días.

viernes, 23 de julio de 2010

Yo no quiero escribir sobre ti






















Es verdad, no deseo poner palabras por ti. Sé que eso te pone triste, malhumorado y que hace salir todos tus celos, más es la verdad... yo no quiero escribir sobre ti.
¿Sabes por qué? porque al hacerlo estaría olvidándote, poniéndote donde dejo los recuerdos, pondría limites a mi sentimiento.
¿Y sabes por qué otra razón? Porque quiero que esto dure para siempre, y nunca escribir la palabra fin...

jueves, 22 de julio de 2010

Ilusión

Era de verdad increíble. Ella apareció entre medio de la bruma, sonriente, hermosa, pero por sobre todo viva. Luego se desvaneció a los pocos segundos, siendo reemplazada por más visiones estrambóticas.
—Demonios— pensé— quizá debería dejar de inyectarme.

martes, 22 de junio de 2010

Ce soir ou jamais:

Esta noche o nunca. Así de simple y lapidario. Salí de casa con la sincera intención de confesarme… de sacarme lo que traía en el pecho de hace tanto tiempo atrás.
Y en eso estaba, pensando en las palabras justas para decirle, cuando ella me miró a los ojos.
—No sabría vivir sin ti.— luego se volteó y siguió caminando delante de mí.
Y yo supe… que jamás podría decirle lo que sentía sin dañarla. Entonces como tantas veces, me mordí la boca y seguí a su lado en silencio.

martes, 8 de junio de 2010

Necesidad












Él necesitaba sentir el amor de ella, porque siempre vivió rodeado del mismo. No concebía el hecho de no sentirlo. En cambio, ella necesitaba con desesperación sentir su amor, porque jamás nunca fue amada.

domingo, 9 de mayo de 2010

Hello stranger



















Hola extraño, tú cara me es algo familiar.
Es como si nos encontráramos en todos lados... ¿acaso no te pasa lo mismo con mi rostro?
Ah, entiendo... no es así. Discúlpame por el error.
¿Es que sabes? Extraño tanto a alguien.
Más es raro saber que ahora solo seremos desconocidos, por eso lo veo en cada extraño que se cruza por delante.
¿Por qué pasó? Sería tan largo de explicar y tan simple a la vez... y tampoco quiero quitarte tiempo desconocido.
Hay veces, cuando miro el cielo, y observo con detalle las estrellas me pregunto como estará... ¿seguirá igual?
Eso lo dudo un poco, él me enseñó que lo único confiable es el eterno cambio, pero este cambio de roles no me agrada en lo mas mínimo.
Supongo que te he quitado demasiado tiempo. Si conoces a alguien vestido eternamente de negro, con gestos de pocos amigos, dile que no lo he olvidado. Y que quizá nunca lo haga.

domingo, 2 de mayo de 2010

Not Juliet Not Cinderella




















No soy Julieta. Olvídalo por ningún motivo me relaciones con ese personaje de ficción.
Tampoco soy la Cenicienta, no correré al sonar de las doce de las noches.
Dejaré que el tiempo corra despacio, y sonreiré perversamente para despertar tus instintos.
Morderé con delicadeza una cereza, solo por el placer de ver tu cara traicionada.
Así es, no soy Julieta ni Cenicienta. Nunca seré una princesa y ya es hora de que te acostumbres a la idea.

jueves, 25 de marzo de 2010

Angelica


Hoy les voy a relatar todo lo que sé de este personaje mío.
Me gusta este personaje, es demasiado divertido entrar en su mente y dejar la crema xD. Pongo la foto de Taiga, porque no sé dibujar ^^U, en cuanto tenga el dibujo de ella lo subo :D.

¿Qué podemos decir de Ange?
Es una chica de temperamento fuerte, siempre con la frente en alto. Nunca duda cuando se trata de defender sus propias convicciones, al extremo de incluso usar su fuerza bruta.

Pretende ser invulnerable, que absolutamente nada ni nadie puede ganarle. Autoestima un poco baja, pero lo compensa con un ego enorme, (ya se darán cuenta cuando le nazca esa faceta)

Es alegre, aunque no necesariamente optimista, no le gusta que se metan con sus amigos... aunque ella si puede fastidiarlos.

Aunque intente ser cada día más fuerte, tiene un lado vulnerable.
Ama escribir, sobre todo historias románticas imposibles, y es sumamente infantil cuando se lo propone.

Al lado de su amiga Katte, sale a flote su mejor parte, esa que no es sarcástica ni ácida, ese lado maternal que la insta a cuidar a su amiga de todo mal. Esa que la hace pensar que quizá el mundo no es tan malo, cuidar árboles, ser amable y reciclar basura.

Sumamente distraída, cuando pesca un lapiz se olvida del mundo. En realidad su gran problema es que vive preocupada del resto, menos en como la ve el mundo.

En cambio con Felipe su manera cambia del cielo a la Tierra. Aquí es donde nace su parte malvada, esa que dice: ¡ Pégale no más!. Insidiosa, cruel y antipática cuando está a su lado. Aunque solamente a veces le da ese momento de máxima maldad, en múltiples ocasiones Felipe está a su lado para acompañarla y abrazarla. Y aunque lo niegue, adora que le hagan cariño.

Obsesionada cuando se le da la gana. También apasionada al extremo, o te ama o te odia.

Su relación con Antonio, es de tira y afloja. Gracias a un incidente del pasado, la chica nunca ha querido establecer contacto alguno con él. Aunque al parecer es inevitable que sean amigos, ya que tienen múltiples intereses en común.
Aunque ella viva compitiendo con Antonio, la verdad es que lo aprecia enormemente y a veces, no sabría que hacer si no estuviese a su lado.

Angélica esta encaprichada con un chico mayor que ella. Su nombre es Armando, un músico al cual ella lo ha llenado de cualidades que esté no posee.

Físicamente, es medianamente alta, con el cabello largo y castaño repleto de múltiples ondas. Tiene la piel morena y ojos cafés, una expresión de niña inocente. Aunque ella intente esconder este gesto bajo un ceño fruncido. Siempre está de pie de manera defensiva, cruzando los brazos.
Cuando esta preocupada se pone los dedos en los labios. Siempre intenta ocultar su pena detrás de una semi sonrisa

Esa es Angélica =)

sábado, 20 de marzo de 2010

Imán
















Imán:

“Por que tú y yo somos como un imán… nos repelemos y atraemos de forma inevitable”

¿Cómo le hacen para siempre encontrarse?
Dentro de la penumbra del tiempo, que todo lo desdibuja con sumo detalle, ellos se encuentran siempre.
Se miran con denotada desconfianza, rechazan sus ojos, su corazón latiendo a toda velocidad, amplias señales de que son felices al verse y siguen adelante intentando huir de su propio destino.
Él siempre la deseó aunque nunca pudiese decirlo. Ella siempre lo quiso aunque siempre evitó su mirada oscura.
Pero ambos fatalmente siempre logran toparse, encontrarse y nuevamente huir por el peso de sus propios sentimientos.
¿Cuántas veces lo han intentado? Muchísimas, tantas que hasta han perdido la cuenta. En este absurdo juego de cacería donde ninguno de los dos es el cazador ni la presa, tendiéndose pequeñas trampas para evitar el reencuentro.
Más no hay trampa en este mundo, que no sucumba ante la red del destino.

—Tú de nuevo— ella lo dijo sin asombro ni pena.
—Exacto.

Ella guardó silencio. Tantas cosas que callar, cuantas que decir. Él enmudeció al verla, siempre retratada en su pupila, imborrable e inalterable.
Pero su atracción es un error. Ambos lo saben, como un espantoso cuchillo clavado en su espalda, imposible de sacar pero que siempre sabes que está allí.
Siempre recordaran el escaso momento en que pudieron vivir su locura al máximo. Esas palabras, siempre, jamás y nunca… son demasiado tiempo, y tuvieron un costo muy alto, como para ser pronunciadas de nuevo por sus labios.
Sostuvieron esa conversación banal, tantas veces dicha. A sabiendas de la respuesta, solo por oír la voz del otro tan cercana y lejana a la vez.

—Ya veo, entonces ¿Te embarcas nuevamente?
—Yo creo— él desvió su mirada de la de ella— pronto me largo.

¿Cuándo regresará? Pensó ella, más no preguntó.
Su mirada clara la delató, porque él susurró con voz queda.

—Dos años.

El mundo se le resquebrajó a ella. Era demasiado tiempo, incluso para ellos.
Él siempre estaba cuidándola sin que ella lo notara. Ella siempre rezó todas las noches para que él fuese feliz.
¿Es la felicidad siempre egoísta? Con un nudo en la garganta, ella pensó que sí. Quería gritarle que no se fuera, exigiéndole aunque nada pudiese exigir. Atarlo a su lado para que siempre estuviesen juntos.
Pero ellos son como un imán. Se atraen de la misma manera en que se repelen.
Podrán pasar días, semanas y años sin verse, pero siempre se encontraran. Contra viento y marea, ellos se encontraran porque es su destino amarse en la penumbra y en silencio. Siendo felices cuando se ven por fugaces instantes.

—Espero te vaya muy bien— ella le tendió la mano, él estrechó sus dedos con los de ella.

La sensación de tensión, idéntica a la de dos imanes cuando se juntan fue casi abismal. La atracción inevitable de su aura, los atrajo de manera caótica. Respiraron agitados, sujetos solo por la punta de sus dedos.
Por un momento supieron que si no se soltaban, quizá nunca pudieran separarse.
Fue ella quien rompió el embrujo. Se quedó con la sensación ardiente, idéntica a una angustiosa quemadura, guardando su mano en su bolsillo rezando porque el calor de él se quedase allí para siempre.

—Cuídate mucho— exclamó él preocupado.

¿Quién se encargaría de que ella fuese feliz? Él no quería saberlo, pero sospecho que ella estaría a salvo. Ambos se esperarían hasta el otro encuentro. Hasta el otro inevitable reencuentro.
Ella tuvo la misma sensación. Su corazón le aseguró que volverían a verse, así que pudo sonreírle sin amargura y decirle:

—Tú también.

Porque ellos son como un imán. No pueden vivir separados por mucho tiempo. Se reencontraran nuevamente y ellos huirán de sus propios sentimientos desbocados. Harán esas mismas preguntas, para disimular su felicidad al versa y la desazón al separarse.
Porque se repelen de la misma manera en que se atraen. Porque se odian con la misma intensidad que se aman.
Fin