miércoles, 20 de junio de 2012

Laberinto

A veces me gustaría saber de donde surgen tanta palabra imparable por tus labios. Te retuerces en tu cama, mas aunque te duela todo el cuerpo, una cosa es constante en tu delirio. Que no puedes detenerte, parar de crear aunque tus manos no respondan, como si no poder pescar un lápiz y plasmar tus ideas te doliera más que cualquier otra cosa.
Yo te observo sentada desde la silla, aguantando las ganas de no llorar ante tamaña tristeza.
Esa que te anuncia que se te acaba el tiempo, y jamás podrás sacar todo el caudal de historias que tienes aún enredadas en tu alma escritora. 

1 comentario:

  1. Me muero nena... ¿Le vendiste tu alma al diablo, acaso? ¡Escribes jodidamente bien!

    A ver, rebobinando. Primero que todo y antes que nada me disculpo por no haber comentado antes pero, como te dije la última vez, ando con la cabeza en las nubes. Sé que no es excusa, lo siento enormemente nena, pero bueno... Acá me pasé por tu Blog hermoso y me encontré con esto.

    Ahora el comentario:

    Como dije al principio... ¿Acaso le vendiste tu alma al diablo? Es que... Por mucho que yo lo intento nena, tú estás a otro nivel, en serio. Escribes tan bien que deberían darte un premio. ¡He dicho!

    Y bueno, como vengo recién "despertando" como que me gana el sueño, así que el comentario entre la bruma de los delirios queda hasta acá. Te quiero nena, cuídate y recuerda que, como siempre, +1.

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