jueves, 17 de mayo de 2012

Cercanía



Tú me cuentas, Orión, de cómo tu planeta comenzó de alguna manera a acercarse al mío.
Fíjate que yo también lo recuerdo.
Nuestras orbitas por alguna extraña razón quedaron cercanas, tanto que parecíamos girar en sentidos comunes. Me asomé por la orilla, donde se vislumbraba un enorme abismo, la distancia entre tú y yo.
Recuerdo con lujo de detalle, como te asomaste para hacerme señas, parecías tan feliz de encontrarnos, aunque fuera tan alejados.
Yo, por el contrario, siempre estuve contenta de no tener a nadie a mí alrededor. Me asustaba tu cercanía, así que nunca quise responder a tus señas. Siempre me sonreías, aunque yo rechazaba todos tus movimientos y gestos.
De la nada apareció el puente…
Y tú viniste a saludarme a pesar de todas mis caras malas, mis gestos de aléjate. 

1 comentario:

  1. Aaaaaaawwwwwwwwwwwwwww!!

    ¡Te odio mala mujer, te odio, te odio!

    Lo que cuenta ella se me hace EXTREMADAMENTE familiar y me cuesta admitirlo, hace que me duela el orgullo. ¿Será que a todas las que "somos" como Andrómeda nos sucede igual? ¡Necesito la respuesta!

    Como siempre, +1 nena, te amoadoro por ser tan pro.

    Besotes de miel~

    ResponderEliminar

Si le gustó, me encantaría saberlo ^_^