lunes, 28 de marzo de 2011

Ira

Con toda la rabia del mundo la joven lanzó lejos una figura de porcelana. Era un torbellino dispuesto a cualquier cosa. Rompió, botó y quebró todo lo que le recordase a él. Como una loca despótica arrojó destruyó en pequeños pedazos todas sus fotos. Al igual que como él trató su corazón, ella quemó sus cartas en un ritual tan desolador como infernal. El loco deseo de tomar el teléfono y relatarle como lo se deshacía de todos sus recuerdos juntos, le nació desde el fondo de su mente.

Pero antes de cometer esa locura… observó todo su alrededor. Un enorme caos de dolor reprimido y furia desatada. Cayó en cuenta que jamás podría olvidarlo con violencia. Sus piernas se aflojaron y lentamente se dispuso en una esquina, a esperar que las lagrimas acudieran.

Estas no aparecieron hasta bien entrada la noche…

Fin

1 comentario:

  1. Emo xD..

    Por que olvidar?, no es mas fácil restarle importancia?, restarle la importancia que jamas debió tener?...
    Él jamás mereció siquiera que el odio.

    te amo :)

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