lunes, 21 de noviembre de 2011

Él

Era seguro, estable y de humor único. Tenía la capacidad de enmendar sus errores, solo sonriendo con seguridad. Creía en algo (¿o era alguien?) No lo sé, nunca lo pude entender.
Se preocupaba de mí sin alarde (siempre estaba) Adoraba los colores, los óleos y la primavera.
Olía a ropa limpia, avellana y libro antiguo.
Eras tan opuesto a mí. Y eso... bueno tú ya lo sabes.

Orden

Todo tenía que estar en su lugar preciso. La mesa en el centro de la habitación, sobre ella el cuaderno, sobre la esquina inferior derecha el lápiz, con la tapa apuntando hacia el lado contrario.
—Todo en su lugar— suspiró satisfecha, sentada en el rincón de la blanca habitación, con las rodillas pegadas a la cara, sin hacer un mínimo movimiento.
Apenas si respiraba, pero su mente le jugaba bromas pesadas. ¿Y si se caía el lápiz, botando la mesa, derrumbando la habitación y finalmente aplastandola? Aterrada se cubrió la cara, mientras repasaba mentalmente los cálculos matematicos que hacían posible ese orden perfecto.
La muchacha siguió repasando esos números hasta que se quedo dormida

Nota: Llegaron sin aviso. Y supongo que se irán. Estos son nuestros Adictos Desquiciantes. Sin nombre ni rumbo, cuentan su historia y se hunden en su miseria.

Relatos sobre Locura y algo de terror. Ojala me funcione xD

domingo, 20 de noviembre de 2011

Une

—Estás tan ocupado mirando el futuro, que el presente te golpeará por ser tan idiota.
Ella se retiró furiosa luego de soltar esa frase. Sé que soy un idiota por no poder comprenderla, mas tampoco ella lo ha intentado. Así que la seguí.
—Lo... es decir.— se me cortó la voz.
Es difícil decir lo siento. Pero es mas complicado verte con esa cara. Nuestros mundos se unen a través de un delicado puente, y ahora parezco el ser malvado que quiere echarlo abajo.
—Perdón.
Te sorprendiste. Quedaste sin respuesta ante esa expresión tan simple y compleja. Ocultaste la mirada, para luego decirme.
—Descuida... soy algo brusca a veces.
Y sabes que eso me gusta de ti.

domingo, 13 de noviembre de 2011

¿Donde?

—¿Hacia donde vamos?— preguntaste confundido.
Te sonreí de vuelta, intentando espantar tus fantasmas, pero estos no se alejaron de ti. Tu mirada aun tenía la pregunta hecha con anterioridad.
No quería responderte. Al menos no ahora. Tomé tus dedos y los entrelacé con seguridad.
—¿Y si te digo que nos vamos lejos? A un lugar donde no existan los problemas. Donde no llueva en otoño y las hojas siempre crujan.
—O sea que vamos a ninguna parte.

sábado, 12 de noviembre de 2011

No eras

No eras de esas que promete el mundo, ni mucho menos de quienes no gritan. Tampoco sabes combinar colores y te quejas de la lluvia en otoño. No eras predecible, eras libre y sin ganas de observarte, porque te devorabas el mundo con los ojos.
No eras de maquillarte, tampoco de arreglarte, te reías sin disimulo de quienes lo hacían. Pero a pesar de eso ponías mi mundo de colores.
Eras, sin embargo, tantas cosas para mí.

jueves, 10 de noviembre de 2011

Puerta

Suicidio se retiró tal como había llegado. En un profundo y delicado silencio como las mariposas recién nacidas. Dejó la puerta abierta. Lamentablemente yo siempre fui demasiado curiosa

viernes, 4 de noviembre de 2011

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El otro día, me percaté de que no tenía los pies pegados en la Tierra como todos. Sino al revés enterrados en el cielo azul.
Comenzó a darme vértigo, mareos y llanto. Me di cuenta que no podría jamás volver a recorrer descalza el césped. Y eso me entristeció aún más.
Entonces cerré los ojos, respiré intentando olvidar. Lentamente despegué un pie del azul interminable, y di mi primer paso sobre la nada. Resultó ser algo bastante sencillo, mucho más con los parpados cerrados.
Así pues camino con los ojos cerrados, esperando quien sabe qué, o hacia quien sabe donde...
Pero al menos continuo avanzando.