—Debe ser desconectada.
El doctor escupió estas palabras, cual juego de todos los días. Recibí la sentencia sin creerlo ¿Selena? ¿Muerta?
—La decisión es esa, tienes 24 horas para decidir.
—¿Para decidir que?
—Si quieres estar a su lado.
Mi mente aun no lo asimilaba, el hecho de que Selena moriría al atardecer del próximo día.
—Quiero más tiempo.
—No, lo siento mucho pero no es posible, con su permiso me retiro.
Salí corriendo del hospital, no sabía adonde mi loca carrera me llevaría, pero cualquier lugar era mejor.
Recorrí los lugares de nuestra felicidad, ahora vacíos, el reflejo de la realidad, de esos días, meses, años sin ella, me escupieron en la cara.
¡Selena no puede irse! Su voz, la caricia de sus cabellos, el perfil perfecto que lograba el ocaso ¿Por qué mi dios? Si esto sería tan difícil, mejor no la hubiese conocido, si me la arrebatas sin consideración a nada.
Los recuerdos están ahí, nacen cada vez que saboreo las letras de su mágico nombre.
No me percaté de cuando comencé a gritar, mi corazón solo tiene un anhelo… desea vengarse ¿Pero en contra de qué? ¿La vida? ¿El destino? ¿Dios?
Ninguno de ellos es el responsable, solo yo soy el único culpable, por conducir esa estúpida moto durante la neblina del otoño, mas de una vez, Selena llena de risa me comentaba que ambos nos mataríamos en ese cacharro.
¡Si hubiese tomado en serio sus palabras! Habría echo de todo, tan solo para que no estuvieses en esa cama fría, respirando débilmente y perdiendo el ritmo de tu corazón.
He ido a la playa, en ese lugar en donde el amor nació ese día ¿lo recuerdas?
El doctor escupió estas palabras, cual juego de todos los días. Recibí la sentencia sin creerlo ¿Selena? ¿Muerta?
—La decisión es esa, tienes 24 horas para decidir.
—¿Para decidir que?
—Si quieres estar a su lado.
Mi mente aun no lo asimilaba, el hecho de que Selena moriría al atardecer del próximo día.
—Quiero más tiempo.
—No, lo siento mucho pero no es posible, con su permiso me retiro.
Salí corriendo del hospital, no sabía adonde mi loca carrera me llevaría, pero cualquier lugar era mejor.
Recorrí los lugares de nuestra felicidad, ahora vacíos, el reflejo de la realidad, de esos días, meses, años sin ella, me escupieron en la cara.
¡Selena no puede irse! Su voz, la caricia de sus cabellos, el perfil perfecto que lograba el ocaso ¿Por qué mi dios? Si esto sería tan difícil, mejor no la hubiese conocido, si me la arrebatas sin consideración a nada.
Los recuerdos están ahí, nacen cada vez que saboreo las letras de su mágico nombre.
No me percaté de cuando comencé a gritar, mi corazón solo tiene un anhelo… desea vengarse ¿Pero en contra de qué? ¿La vida? ¿El destino? ¿Dios?
Ninguno de ellos es el responsable, solo yo soy el único culpable, por conducir esa estúpida moto durante la neblina del otoño, mas de una vez, Selena llena de risa me comentaba que ambos nos mataríamos en ese cacharro.
¡Si hubiese tomado en serio sus palabras! Habría echo de todo, tan solo para que no estuvieses en esa cama fría, respirando débilmente y perdiendo el ritmo de tu corazón.
He ido a la playa, en ese lugar en donde el amor nació ese día ¿lo recuerdas?
Yo tan solo recuerdo nuestra felicidad compartida, estática y hermosa, igual que un lienzo, donde hasta la basura lucia preciosa.
Recuerdo exactamente tus palabras, frente a ese ocaso utópico.
Recuerdo exactamente tus palabras, frente a ese ocaso utópico.
¡Que linda lata! A mí jamás me parecieron lindas… pero esta es perfecta.
Y yo fui un tonto por no comprender el misterio que tus palabras encerraban.
Tan solo me bastan tan pocas palabras para ser feliz por siempre, que todo lo acontecido a Selena fuese tan solo una broma cruel, y ella este ahí, viva sonriéndome y esperándome para pasear por la playa… como en los viejos tiempos.
La resignación cae sobre mí, se la verdad te mueres como este ocaso con tu dulce presencia.
Me he decidido, pasare los últimos momentos a tu lado, debes tener miedo pero tomaré tu mano en todo momento, no te dejaré sola he intentare no llorar ante tu partida.
Llega el momento, paso por los pasillos del hospital, donde mis ojos tan solo quieren verte… para nuestra ultima cita.
—A muchacho decidió venir.
—¿Me permite tan solo unos minutos?
—Por supuesto.
Selena, tan lejos y a la vez tan cerca, lejos de mi calor, cerca de mi corazón. No hay palabras para expresar la perfección de ninfa inmaculada, la paz reflejada en tu rostro, tu larga cabellera cayendo entre mis manos cual cascada rojiza, el latido tranquilo de tu corazón.
Regresa por favor, ven a regalarme tu sonrisa, a darme tu calor, a reírte de mis ideas locas, tan solo ven… quiero hacerte feliz.
—Perdone joven ¿Está listo?
—Solo una cosa más.
De mi bolsillo, saque una cajita y le dije a mi doncella de marfil.
—Por esta cajita, nosotros salimos esa noche, por esto corrí el riesgo de llevarte en moto, esa noche nublada quería pedirte que pasaras tu vida conmigo, pero ese fue un sueño de unas pocas horas… lo sé, no puedes quedarte conmigo, y también jamás podré escuchar tu respuesta.
Si pudiese resumir todo lo que siento y sentiré por ti, lo haría pero me faltarían tantos siglos para contártelo, por eso tan solo puedo decirte, gracias por ser mi alegría, por ser mi pena, gracias por existir mi doncella de marfil.
Puse el anillo en su anular y me sentí preparado.
—Dígale al doctor que puede venir.
____________________________________________________________
De su muerte transcurrió un año, la herida lentamente se cierra y aun soy incapaz de llorar, pero su rostro se pierde entre la neblina del tiempo, la rutina y el cansancio de todos los días.
¿Qué haré cuando la herida se cierre? ¿Comó vivir sin el dolor de tu partida? ¿Cuándo el brillo de tu existencia se borre para siempre?
Y después de estos pensamientos, que cruzaron cual estrellas fugaces por mi mente lo comprendí.
Una sola lágrima se formo en mi ojo y rodó lenta por mi mejilla.
Selena a muerto… porque esta muriendo dentro de mí.
Mi mar de lágrimas por fin se desato.
¿Podré llorarte el resto de mis días?
Fin
Y yo fui un tonto por no comprender el misterio que tus palabras encerraban.
Tan solo me bastan tan pocas palabras para ser feliz por siempre, que todo lo acontecido a Selena fuese tan solo una broma cruel, y ella este ahí, viva sonriéndome y esperándome para pasear por la playa… como en los viejos tiempos.
La resignación cae sobre mí, se la verdad te mueres como este ocaso con tu dulce presencia.
Me he decidido, pasare los últimos momentos a tu lado, debes tener miedo pero tomaré tu mano en todo momento, no te dejaré sola he intentare no llorar ante tu partida.
Llega el momento, paso por los pasillos del hospital, donde mis ojos tan solo quieren verte… para nuestra ultima cita.
—A muchacho decidió venir.
—¿Me permite tan solo unos minutos?
—Por supuesto.
Selena, tan lejos y a la vez tan cerca, lejos de mi calor, cerca de mi corazón. No hay palabras para expresar la perfección de ninfa inmaculada, la paz reflejada en tu rostro, tu larga cabellera cayendo entre mis manos cual cascada rojiza, el latido tranquilo de tu corazón.
Regresa por favor, ven a regalarme tu sonrisa, a darme tu calor, a reírte de mis ideas locas, tan solo ven… quiero hacerte feliz.
—Perdone joven ¿Está listo?
—Solo una cosa más.
De mi bolsillo, saque una cajita y le dije a mi doncella de marfil.
—Por esta cajita, nosotros salimos esa noche, por esto corrí el riesgo de llevarte en moto, esa noche nublada quería pedirte que pasaras tu vida conmigo, pero ese fue un sueño de unas pocas horas… lo sé, no puedes quedarte conmigo, y también jamás podré escuchar tu respuesta.
Si pudiese resumir todo lo que siento y sentiré por ti, lo haría pero me faltarían tantos siglos para contártelo, por eso tan solo puedo decirte, gracias por ser mi alegría, por ser mi pena, gracias por existir mi doncella de marfil.
Puse el anillo en su anular y me sentí preparado.
—Dígale al doctor que puede venir.
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De su muerte transcurrió un año, la herida lentamente se cierra y aun soy incapaz de llorar, pero su rostro se pierde entre la neblina del tiempo, la rutina y el cansancio de todos los días.
¿Qué haré cuando la herida se cierre? ¿Comó vivir sin el dolor de tu partida? ¿Cuándo el brillo de tu existencia se borre para siempre?
Y después de estos pensamientos, que cruzaron cual estrellas fugaces por mi mente lo comprendí.
Una sola lágrima se formo en mi ojo y rodó lenta por mi mejilla.
Selena a muerto… porque esta muriendo dentro de mí.
Mi mar de lágrimas por fin se desato.
¿Podré llorarte el resto de mis días?
Fin